miércoles, 4 de diciembre de 2013

Reflexión sobre el libro "Frankenstein educador".

En esta entrada del blog, hablaremos del libro que hemos trabajado en clase “Frankenstein educador”
El motivo por el que leímos este libro fue porque nuestro profesor de didáctica nos lo recomendó para comentarlo en las clases.

Dado que estamos en el grado de pedagogía, el libro trata de hacer un símil entre el Frankenstein de ficción y la labor del educador., y mientras lo leíamos comprobábamos nuestra conformidad con su acertada ideología sobre como se debe actuar y como no, en el papel como educador.
La idea principal en torno a la que gira la obra es que no podemos moldear a un niño a nuestro antojo e implicarnos de tan manera que acabáramos haciendo de él una persona sin personalidad fruto de una mala metodología por parte del educador.
El educador ha de dejar expresarse al niño y también incitarle a ser él mismo para que así poco a poco desarrolle su única personalidad, sea cual sea ésta para no convertir a los ciudadanos de una sociedad en robots fáciles de manipular.
En “Frankenstein educador” se cita a Copérnico (filósofo y educador) y la revolución copernicana, más tarde se proponen unas características para llegar a la revolución mencionada.
Podríamos resumirlo así:
  1. No usar como mecanismo el exceso de autoridad hacía el educando.
  2. Guiar al alumno para educarlo positivamete, pero no llevarlo hacía los pensamientos del maestro, para que así no acabe como un robot más.
  3. Evitar que los alumnos aprendan los aprendizajes de memoria porque no se retienen por mucho tiempo y con el tiempo se convierten en inaplicables.
  4. El educador debe fomentar la motivación personal para que los alumnos sean capaces de ponerse metas.
  5. El preceptor debe ser el encargado de poner los límites en las investigaciones empíricas de sus alumnos para garantizar la seguridad de éstos siempre.
  6. El profesor debe preocuparse de que sus alumnos apliquen sus conocimientos en la vida cotidiana, y de que por supuesto les sean útiles.
  7. Llegar a un fin que sería asumir la pedagogía, ya que si el niño entiende los métodos pedagógicos utilizados por su profesor, podrá entender como otro educador y se educará como tal.

Como conclusión a estas características, para aprender a educar nosotros debemos entender la pedagogía para la educación, por lo que de manera indirecta estamos siendo educados.


Este libro nos ha resultado muy interesante de leer y debatir ya que como futuras pedagogas necesitamos conocer estas maneras de pensar y las reflexiones que se dan en la pedagogía, además es un tema muy interesante que abordar cuando eres primerizo/a como nosotras en este terreno.

Mar Couto, Eva Izquierdo y Marina López

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