En clase nuestras compañeras nos planearon una idea en torno a la que iba a girar su exposición: ¿La escuela mata la creatividad?
Non preguntábamos si a nosotros mismos de niños nos motivaron a expresarnos y a desarrollar nuestra creatividad, y la verdad, la mayoría opinaba que no y además que ni siquiera en la actualidad se daba esa posibilidad.
¿Es importante desarrollarla? Sí, ya que es una cualidad que nos permite crear cosas nuevas y eso nos permite ser más imaginativos y resolutivos en un futuro, si eres creativo puedes tener más posibilidades de éxito y de destacar en tus estudios, trabajos, etc...Pero, ¿Se nace siendo creativo? En clase había variedad de opiniones, pero en nuestra opinión en parte sí pero también pensamos que se puede trabajar, es decir, hay gente que nace con una capacidad creativa mayor y por lo tanto les resulta más fácil pero otras personas que no nacen con esta cualidad pueden trabajar para desarrollarla y es aquí cuando tendrían que tomar las riendas las escuelas.
El problema viene cuando las escuelas no consideran importante desarrollar la creatividad, o cuando se infravaloran los estudios artísticos.
Para algunos investigadores estamos afrontando una auténtica crisis creativa. «El
significativo descenso de la puntuación en fuerza (física) desde 1990
indica que, en los últimos 20 años, los niños se han vuelto menos
expresivos en cuanto a sus emociones, menos enérgicos, menos habladores y
verbalmente expresivos, menos cómicos, menos no-convencionales, menos
vitales y pasionales, menos perceptivos, menos aptos para relacionar
cosas aparentemente irrelevantes, menos sintetizadores y con menor
probabilidad de ver asuntos desde otras perspectivas». Esta cita fue una de las conclusiones que se sacaron de un análisis con datos recogidos entre 300.000 adultos y niños de Estados Unidos. Tal como estamos socialmente en la actualidad es imprescindible cambiar estos datos y desarrollar la creatividad.
Nuestras escuelas deben dejar de dar toda la importancia a las materias básicas como las matemáticas o la literatura, y empezar a apostar por la flexibilidad, la originalidad, la imaginación, el dejar a los niños experimentar, el fomentar la confianza, etc...Contamos con la ventaja de que los niños no tienen miedo a equivocar
se o a experimentar y eso es fundamental en el desarrollo de las cualidades artísticas.
No vamos a generalizar, ya que obviamente hay escuelas que ya tienen en su programa estos objetivos.
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